lunes, 20 de diciembre de 2010

181210

Te observo dormir profundamente, en paz, nada perturba tu sueño, te abandonas confiado; tu respiración es lenta, profunda, te tengo tan cerca que puedo contar cada una de tus pestañas, me gusta sentir el peso de tu abrazo en mi cintura, quisiera detener el paso de las horas, del tiempo y detenernos aquí, en esta noche, en este momento en el que nada te preocupa, estas a salvo; beso tu nariz y te mueves un poco más hacia mí, me abrazas con más fuerza, es como si quisieras impedir que me vaya de tu lado, puedes seguir durmiendo tranquilo, no me voy, me acurruco en tu abrazo y el calor de tu cuerpo se funde con el mío, mis ojos tratan de cerrarse, pero tengo miedo dormir, no quiero que al despertar me de cuenta que fue un sueño, me pego mas a ti, si es que eso es posible, y cierro los ojos. Qué maravilla es dormir contigo.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Fragmento de "Hablando Sola"

Hoy pensé en las minúsculas partículas que vuelan en el aire y se juntan para formar malos entendidos entre las personas, y en los misteriosos silencios que existen en cada cabeza. ¿Cuándo es cierto que acertamos: cuando señalamos, cuando afirmamos o simplemente cuando dudamos? Hoy pensé en quiénes son mis amigos y por qué los considero como tales. Los que son mis amigos son los que no veo todos los días ni hablo con ellos diariamente, aunque todos los días pienso en ellos. Hay "amigos" que actúan como si lo fueran y no lo son, porque nada más "actúan". Es fácil actuar: actúan los que tienen algún interés propio, actúa el que hace de una amistad un negocio, actúa el que piensa que la amistad es nada más recibir y nunca dar, actúa el que busca y pasa la vida buscando amistades, equivocadamente, porque las amistades se encuentran. Entonces, ¿quiénes son tus amigos? Es bueno tener amigos, pero no es bueno depender de ellos y menos esperar que te den su amistad de la misma forma en que tú la das. Para mí, "amistad" es sólo "compartir" desde un lugar muy especial que se llama sinceridad, que viene de otro lugar más especial que se llama uno mismo. Así que los malos entendidos y "las malas lenguas" y las malas interpretaciones son todo eso, "malas", y el liberarnos del enorme peso de lo equivocado es comenzar a liberarnos de lo que nunca debió haber pesado.

Existen personas que ocupan un lugar especial en nuestras vidas, que queremos y perdonamos por encima de todas las cosas; esas personas son especiales porque son parte de nosotros y, en algún momento, en algún lugar, compartimos algo que ahora sigue y seguirá por toda la eternidad.

amistad = independencia = amor

Daniela Rivera Zacarias

viernes, 5 de noviembre de 2010

01 de Noviembre de 2010

Desde el domingo empecé con los preparativos, limpiar la casa, recordar sus cosas favoritas para no olvidar nada y me doy cuenta de que a pesar del tiempo que ha pasado aun los recuerdo nítidamente.

El lunes llegó y desde temprano me fui al mercado a comprar flores, unas veladoras y fruta para esperarlos, les compré camote, mantecadas, dos coca-colas, cereal y por supuesto que los cigarros no podían faltar. Al llegar a casa me apresuré a tener todo listo, saqué el mantel de mi mamá y lo puse sobre la mesita al lado de la ventana.

Mientras colocaba una foto a cada lado del crucifijo los recuerdos fueron saltando uno a uno, a ti Abuelita te recuerdo alta y fuerte, contándonos cuentos, historias, rezando tu rosario, recuerdo el vestido azul con blanco que me regalaste y después de muchos años, volví a estar en la iglesia donde dejaste mis “ojitos” y fue como si regresara el tiempo y entrara nuevamente de tu mano; Abuelito de ti no puedo olvidar tu mirada, esos ojos claros que me veían con tanto amor, con tanta ternura, siempre al pendiente de nosotros, de tu Toña, cuanto la querías!!!!, sabes, aún tengo el oso de peluche, ese al que querías cortarle una patita con tu navaja para saber que tenía dentro y que yo defendía tanto; acomodé las flores en dos floreros de cristal, prendí las velas para que su luz los fuera guiando desde temprano, ya que dicen que al medio día es cuando comienzan a llegar, así que también les preparé dos vasos de agua, por si llegaban cansados y me senté a esperarlos con la nostalgia dando un vuelco en mis entrañas…

viernes, 29 de octubre de 2010

Me gusta este día, desde ayer comenzó a hacer aire muy fuerte y frio, hoy solo quedo el frio, el cielo esta de un azul intenso, solo algunas cuantas nubes blancas navegan por su inmensidad, son las dos de la tarde y el sol brilla por su ausencia, no ha salido en todo el día. La gente camina deprisa, con las manos en los bolsillos de las chamarras y las bufandas ondeando al viento.

Estamos a la mitad del otoño, a octubre solo le quedan un par de días y pronto llegará noviembre con sus muertos y calaveras, pronto las calles comenzarán a llenarse de luces, adornos navideños y felicidad.

Me gusta el otoño y sus días fríos.

Para variar, hoy también te extraño.

viernes, 22 de octubre de 2010

El Sueño (continuación)

He quedado en trance, aún clavada en el suelo sin poder moverme, creo que ya ni respiro, se que sigo viva porque la lluvia continúa mojándome incesantemente confundiendo mis lágrimas y mis sentidos. ¿Dónde estás? ¿Qué pensaba al venir aquí? ¿Y si estás escondido, acechándome como tu presa que soy? Preparado para saltar sobre mí al menor descuido, eso seria lo lógico, pero mi instinto me dice que el peligro ya pasó.

Mi cuerpo comienza lentamente a reaccionar, mis músculos a moverse. No sé que pensar, estabas tan cerca y de pronto, te esfumaste más rápido que un parpadeo, pero sin dejar de sonreír, esa sonrisa me inquieta sobremanera, ¿sabías desde un principio que estaba aquí, espiándote, esperándote?, no entiendo tu reacción, no es normal en alguien como tu, parecías tan… ¿divertido?.

Ha dejado de llover, comienzo a mover mis alas para que se les caiga el exceso de agua y tensión, estoy inquieta, me siento observada, pero no en peligro, la luna ha vuelto a alumbrar, salgo lentamente de mi escondite, mirando hacia todos lados, no hay nadie. Camino rumbo a casa, sería mucho más fácil y menos peligroso si emprendiera el vuelo, pero aun me encuentro demasiado excitada como para regresar tan pronto, así que prefiero caminar y que el viento refresque mi cuerpo y mis sentidos.

Todo se ve tranquilo en la aldea, es hora de volar para no ser detectada, no quiero que se den cuenta de lo que acabo de hacer. Aún recuerdo su cara cuando le conté mi sueño. Si, desde hacia varias noches te soñaba, al principio no recordaba tu rostro ni los detalles al despertar, pero conforme fue repitiéndose el mismo sueño, fui captando más y más detalles, reconociendo sitios, olores, hasta que puede retenerte completamente en mi memoria, ya no era necesario dormir para soñarte, bastaba con cerrar los ojos y tu rostro volvía nítido, tal cual lo vi esta noche.

¿Cómo supe que sería esta noche? No sé, algo dentro de mí me lo decía, anduve inquieta durante todo el día y no puede terminar mis labores por estar pensando en ti. Sé que regresarás y sé que no es la última vez que nos vemos, en la próxima luna volveré y dejaré que mi destino se cumpla y me alegro, porque al final sé que me destruirás para poder vivir, así son las cosas extraordinarias, pueden poseerse pero nunca nos tocan y tú eres un sueño, un sueño muy hermoso por lo que ahora que te he visto estoy satisfecha. Destrúyeme.



jueves, 21 de octubre de 2010

211010

Si, se que dije que llegaría y aún estoy aquí dejando correr el tiempo, sin ganas de moverme, sin ganas de verte. Ahora entiendo esa frase de “el tiempo lo cura todo”.

Ya no siento ese impulso de correr tras de ti, ya no espero con ansias que de tu boca salga alguna frase de cariño, creo que me acostumbre a no verte, a no tenerte y ahora que me buscas nuevamente ya ni de tu rostro me acuerdo.

Así que dejaré correr los minutos, mientras tú me esperas en algún punto de la ciudad, yo seguiré aquí sentada, en este lugar donde tantas veces te espere y donde terminaba llorando porque tú no llegabas, con la diferencia que ahora no lloro más, ahora solo quiero ver la tarde caer y dejar pasar la vida y tu desamor.

viernes, 15 de octubre de 2010



Un día escuche tu nombre
En una canción del viento
Y me llene los pulmones
Y te atoraste en mi adentro
Por eso sé que eres mío
Y contigo voy y vengo
Y aunque el mundo se ría
De alguna forma te tengo


Fragmento cancion "Pirata"

jueves, 7 de octubre de 2010


Que rápido no?, llegó el día tan esperado en el que vuelves a ser la Hermana mayor, si leíste bien “la hermana mayor” porque aunque empezó como un juego con mis hermanos, ahora aparte de ser de las mejores de mis mejores amigas, también te considero como una hermana y sé que el cariño es mutuo.

¿Sabes por qué me gusta que seas la mayor? Porque así puedo sentirme protegida, cuidada, pero aparte de eso, porque siendo tú la mayor puedo decir: “cuando sea grande quiero ser como tú”, si como tú, la de la risa fácil, la que habla y habla y no podemos encontrar el interruptor para apagarla, la del amor incondicional y sin límites, la mejor de las mejores amigas, la buena hija, la excelente madre, porque aunque no lo creas, eres muy buena mamá, por eso Dios te confió a uno de sus angelitos, porque sabe la gran persona que eres.

Así que hoy que es tu cumple quiero recordarte que Te Quiero Mucho y que siempre, pase lo que pase, puedes contar conmigo y le pido a Dios que nos de chance de cumplir nuestros sueños de ir a aplastar moyos y a volver a poner nuestro changarro y que cuando estemos viejitas nos sigan dando los ataques de risa por cualquier cosa.

Gracias por ser como eres, por ser mi amiga, por estar siempre ahí, a un lado de mi, no olvides que te quiero mucho y que siempre, siempre, vas a ser la mejor de mis mejores amigas.

lunes, 4 de octubre de 2010


Te juro que si me abrazas todo pasara,
tus brazos me hacen sentir protegida, amada.
Hace tanto que no te siento!!!!
Sabes, por eso me gustan los cumpleaños,
porque te abrazan y te abrazan una y otra vez
y todos esos abrazos los puedes guardar,
para utilizarlos en días como hoy
en los que hace tanta falta sentir a alguien cerca.

jueves, 30 de septiembre de 2010


Despierto, la oscuridad y el silencio reinan en mi recámara, tomo el celular y veo que son las 3:30 am, afuera se escucha el rumor de la lluvia, el viento frio se cuela por mi ventana abierta y me arrebujo en mi mantita procurando conciliar el sueño nuevamente, el esfuerzo es en vano, mi mente intenta captar los ruidos de la noche, el repiqueteo incesante de la lluvia, el rumor de las hojas mecidas por el viento, uno que otro trueno cruza el cielo, haciéndome temblar.

Me levanto sin encender las luces, a oscuras recorro la casa, mis ojos ya se han acostumbrado a la oscuridad; abro la puerta y salgo, el viento me hiela las mejillas y alborota la ligera tela del pijama, en frente una lámpara arroja una tenue luz amarilla que no alcanza a disipar la negrura de esta madrugada. Camino despacio, sintiendo la humedad en mis pies descalzos; la llovizna ya me ha empapado y me hace tiritar, aun así disfruto el frio en los huesos y el olor a tierra mojada; el sueño se ha ido por completo, así que me sentaré aquí, a esperar el amanecer…

martes, 21 de septiembre de 2010

EL RECADO


Vine Martín, y no estás. Me he sentado en el peldaño de tu casa, recargada en tu puerta y pienso que en algún lugar de la ciudad, por una onda que cruza el aire, debes intuir que aquí estoy. Es este tu pedacito de jardín; tu mimosa se inclina hacia afuera y los niños al pasar le arrancan las ramas más accesibles... En la tierra, sembradas alrededor del muro, muy rectilíneas y serias veo unas flores que tienen hojas como espadas. Son azul marino, parecen soldados. Son muy graves, muy honestas. Tú también eres un soldado. Marchas por la vida, uno, dos, uno, dos... Todo tu jardín es sólido, es como tú, tiene una reciedumbre que inspira confianza.
Aquí estoy contra el muro de tu casa, así como estoy a veces contra el muro de tu espalda. El sol da también contra el vidrio de tus ventanas y poco a poco se debilita porque ya es tarde. El cielo enrojecido ha calentado tu madreselva y su olor se vuelve aún más penetrante. Es el atardecer. El día va a decaer. Tu vecina pasa. No sé si me habrá visto. Va a regar su pedazo de jardín. Recuerdo que ella te trae una sopa cuando estás enfermo y que su hija te pone inyecciones... Pienso en ti muy despacio, como si te dibujara dentro de mí y quedaras allí grabado. Quisiera tener la certeza de que te voy a ver mañana y pasado mañana y siempre en una cadena ininterrumpida de días; que podré mirarte lentamente aunque ya me sé cada rinconcito de tu rostro; que nada entre nosotros ha sido provisional o un accidente.
Estoy inclinada ante una hoja de papel y te escribo todo esto y pienso que ahora, en alguna cuadra donde camines apresurado, decidido como sueles hacerlo, en alguna de esas calles por donde te imagino siempre: Donceles y Cinco de Febrero o Venustiano Carranza, en alguna de esas banquetas grises y monocordes rotas sólo por el remolino de gente que va a tomar el camión, has de saber dentro de tí que te espero. Vine nada más a decirte que te quiero y como no estás te lo escribo. Ya casi no puedo escribir porque ya se fue el sol y no sé bien a bien lo que te pongo. Afuera pasan más niños, corriendo. Y una señora con una olla advierte irritada: "No me sacudas la mano porque voy a tirar la leche..." Y dejo este lápiz, Martín, y dejo la hoja rayada y dejo que mis brazos cuelguen inútilmente a lo largo de mi cuerpo y te espero. Pienso que te hubiera querido abrazar. A veces quisiera ser más vieja porque la juventud lleva en sí, la imperiosa, la implacable necesidad de relacionarlo todo con el amor.
Ladra un perro; ladra agresivamente. Creo que es hora de irme. Dentro de poco vendrá la vecina a prender la luz de tu casa; ella tiene llave y encenderá el foco de la recámara que da hacia afuera porque en esta colonia asaltan mucho, roban mucho. A los pobres les roban mucho; los pobres se roban entre sí... Sabes, desde mi infancia me he sentado así a esperar, siempre fui dócil, porque te esperaba. Sé que todas las mujeres aguardan. Aguardan la vida futura, todas esas imágenes forjadas en la soledad, todo ese bosque que camina hacia ellas; toda esa inmensa promesa que es el hombre; una granada que de pronto se abre y muestra sus granos rojos, lustrosos; una granada como una boca pulposa de mil gajos. Más tarde esas horas vividas en la imaginación, hechas horas reales, tendrán que cobrar peso y tamaño y crudeza. Todos estamos —oh mi amor— tan llenos de retratos interiores, tan llenos de paisajes no vividos.
Ha caído la noche y ya casi no veo lo que estoy borroneando en la hoja rayada. Ya no percibo las letras. Allí donde no le entiendas en los espacios blancos, en los huecos, pon: "Te quiero..." No sé si voy a echar esta hoja debajo de la puerta, no sé. Me has dado un tal respeto de ti mismo... Quizá ahora que me vaya, sólo pase a pedirle a la vecina que te dé el recado: que te diga que vine.


Elena Poniatowska

lunes, 6 de septiembre de 2010

Si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:

- Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
- Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
- Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro éxtasis.
- Toma siestas.
- Estírate antes de levantarte.
- Corre, brinca y juega a diario.
- Mejora tu atención y deja que la gente te toque.
- Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.
- En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto .
- Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.
- Cuando estés feliz, baila alrededor, y mueve todo tu cuerpo.
- Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
- No te olvides de los que te acariciaron con amor.
- Se leal.
- Nunca pretendas ser algo que no eres.
- Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.
- Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estas ahí.

¡DISFRUTA CADA MOMENTO DE CADA DIA!
¡Y hazlo todo con amor!

sábado, 31 de julio de 2010


Desde hace días quiero escribir y me detengo porque me doy cuenta de que siempre que escribo estas ahí, aunque no tengas nada que ver en el tema, estas ahí asomándote por un resquicio de la hoja, a veces te sonrío y te dedico una frase y otras, las más de las veces, te dedico la hoja completa, y cuando eso sucede, mejor lo dejo para otra ocasión en la que tu recuerdo no se de cuenta que estoy escribiendo, así que ya te has de imaginar la cantidad de párrafos y cuartillas que tengo inconclusas.

Hoy, hoy no se que hacer, hoy no tengo ganas de ignorarte, más bien tengo ganas de decirte tantas cosas, por ejemplo, que te extraño, que ya fue mucho tiempo sin verte, sin escucharte, sin sentirte, creo que hoy es uno de esos días en los que me gustaría abrazarte fuertemente y sentir tu aroma nublar mis sentidos, me gusta esa sensación de seguridad que me dan tus brazos y me encanta que después mi ropa huela a ti, tengo tanto miedo de que me olvides, quiero seguir siendo esa pequeña parte de tu vida, recuerda que aún llevo conmigo los besos que son solo tuyos, ¿acaso no quieres recuperarlos?, ojalá que si.

No me gusta que influyas de esta manera en mi vida, no quiero que te conviertas en una necesidad, me gustaría seguir como antes cuando no te extrañaba, cuando podía escuchar cualquier canción y no me recordaba a nadie o cuando los días podían ser soleados, lluviosos o nublados como el día de hoy y no te añoraba, la melancolía sabia diferente.

Recuerdo tu mirada llenandome de amor, ahora no encuentro la brujula, no me quiero acostumbrar a no tenerte. ¿Dónde encuentro la forma de vivir si tu no estas?

sábado, 24 de julio de 2010

23 de Julio de 2010


Hoy, hace 28 años y después de nueves meses intensos y un trabajo de parto complicado, llegaste tú. No pienso decirte que lo recuerdo o que te esperaba con ansias, porque realmente no es así, creo que en ese tiempo yo andaba muy preocupada por la Catarina que me había robado una niña, o seguramente jugando con los carros y los soldados que tenían Samue y Mingo (así les decíamos antes, recuerdas?); pero de que cambiaste y marcaste mi vida para siempre, de eso puedes estar segura.

Empiezo a recordarte más claramente a partir de que yo tenía 5 o 6 años y tu 2 o 3, ya hablabas y te gustaba subirte a la barda de piedra que cercaba nuestra casa, ahí jugabas a cantar y a bailar o también te gustaba jugar a que eras actriz, lo recuerdo y aún me dan risa tus expresiones “déjame en pazh” recuerdo que decías y te dabas la vuelta muy indignada porque yo no paraba de reír; también te gustaba jugar a la comidita con Chayo y Chabe, nuestras amigas, a mi me aburrían tanto, yo prefería andar trepada en el árbol que estaba en el campo de fut-bol o en los pirules que había al final de la casa y sólo jugaba contigo el día de reyes que era cuando nos traían las muñecas, o el jueguito de té, el mío era uno color verde y el tuyo un azul, diferentes solo en el color.

Todo lo que nos compraban era igual: los vestidos, los zapatos, los juguetes, todo, y el día en que yo me ponía el vestido color amarillo con flores bordadas al frente, también a ti se te ocurría ponerte el tuyo y andábamos igual, siempre fuiste mas alta que yo, así que a pesar de que tu eras mas chica de edad, estábamos casi de la misma estatura y vestidas igual parecíamos gemelas, creo que sabes muy bien que lo odiaba; ahora es divertido eso de coincidir en el color de la ropa o en el estilo de la misma, me causa gracia y a la vez me hace sentirme conectada contigo, y a diferencia de cuando éramos niñas, ahora me gusta.

¿Recuerdas como te decía mi Papa? Eras su “hueso chanchaquero” o la “hueso salado”, para nosotros tus hermanos, te decíamos flaca o chely. ¿Recuerdas cuando jugabas al “cosquillero” con Yayi? Tú y él siempre fueron muy unidos, tal vez por ser los mas chicos siempre andaban juntos. Recuerdo que cuando te fuiste con tu marido, el día de mi cumple por cierto, fue el que más lloró, el más preocupado y sobre todo, el más enojado.

Me da mucho gusto ser testigo de la gran mujer en la que te has convertido, y no hay día en que no le agradezca a Dios el tenerte con nosotros, eres la alegría de la familia, hablas y hablas más rápido que las tarabillas, nadie se escapa de la carrilla contigo, pero sabes que es lo mejor, que ya no soy la única chillona de la casa, los años te están ayudando a tener los sentimientos más a flor de piel y no pasa nada con llorar, al contrario, como dice el Chinito, las lágrimas sirven para lavarte de adentro hacia fuera.

El motivo de todo este soliloquio no es solamente para recordar tu llegada, sino, especialmente, para agradecer infinitamente a Dios el haberme regalado una hermana como tú, así que hoy que es tu cumpleaños, te quiero decir que te quiero muchisisisimo y estoy muy orgullosa de la gran mujer que eres, si me dieran a elegir o cambiar algo de lo que he vivido contigo, creo que no cambiaria nada, ni las peleas por la mitad de la cama y mucho menos las risas y momentos felices que hemos compartido.


¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS HERMANA!!!!!!!

miércoles, 30 de junio de 2010

SOY ASI


A veces gano a veces pierdo
Pero prefiero ver la luz y ver el vaso medio lleno
Y soy así igual que tu
Me gusta ver caer la tarde frente al mar
Me gusta mucho mas la luna si tu estas...si tu estas

Algunas madrugadas vuelo
Me cuelgo de una nube y quiero cambiar todo con un verso
Y que más da
Si nadie muere por creer y por soñar
Si nadie muere por buscar una verdad, una verdad

Me gusta cuando ríes
Me gusta verte así
Me gusta que en tus ojos se dibuje el por venir
Y si alguna mañana el mundo se te cae
Abraza una esperanza que todo puede cambiar

Me gusta cuando ríes

A veces gano a veces pierdo
Pero prefiero naufragar a no salir nunca del puerto
Y soy así, igual que tu
Quiero morir en el intento una vez más
Quiero vivir y no arrepentirme jamás, nunca mas

Me gusta cuando ríes...

sábado, 26 de junio de 2010

Que fácil era llorar, no tenia que hacer ningún esfuerzo para que salieran las lágrimas y mucho menos para detenerlas, “es chillona” recuerdo que decían de mí. Lloraba peor que Magdalena en Semana Santa cada que veía como corría Candy por la colina de Pony despidiéndose de su amiga Anne, no se diga cuando moría Anthony cayéndose del caballo, no era necesario ver ese capítulo, con recordarlo bastaba para que las lágrimas se asomaran a mis ojos y resbalaran por mi cara sin poderlas detener; tenía que voltear la cara lo mas que podía, casi casi como en la película del exorcista, arriesgándome a que me diera una tortícolis aguda solo para que mis hermanos no me vieran llorar porque si me descubrían no me acababa la carrilla en todo el día.



Quisiera que todo fuera tan fácil como antes, como cuando me subía a los arboles y después no me podía bajar, entonces lloraba hasta que llegaba mi hermano el mayor a bajarme o cuando me caía y me raspaba la rodilla y llegaba a la casa llorando y como a nadie le sorprendía que llegara raspada me dejaban llorar a gusto, sin interrogarme ni cuestionar el motivo de mis lágrimas, podía llorar por cualquier cosa por muy tonta que fuera y nadie me decía nada, al contrario, siempre había alguien para consolarme.

¿En qué momento cambió todo? No entiendo por qué tu mismo entorno te hace cambiar, porqué tienes que justificar tus lágrimas ante los demás, solo para que no piensen que eres demasiado “infantil”

Ahora, con forme pasa el tiempo, cada vez se vuelve más difícil llorar, el sentimiento está ahí, el dolor lo siento aguijoneando intensamente en el pecho, pero las lágrimas no salen, se quedan atoradas y solo ensombrecen mi mirada.

domingo, 20 de junio de 2010

Feliz Dia Papá


Siempre te he admirado, has sido ese roble inmenso y fuerte bajo el que me he protegido, se que en cualquier tormenta por fuerte que sea, con ponerme bajo tu resguardo estoy protegida y ni el más temible huracán va a poder hacerme daño.

Es admirable tu historia y me siento muy orgullosa de ser parte de tu vida, no cualquiera sale adelante con tan poco y tú lo hiciste, me gustaría recorrer los caminos por los que transitaste desde muy temprana edad, si pudiera regresar el tiempo y estar contigo en ese retroceso te evitaría todo el dolor que has padecido.

Mi vida esta marcada por tu presencia, siempre has estado ahí, al pendiente de lo que me pasa, de lo que hago, a veces sin decir nada, solo observando, pero ahí estas y cuando he necesitado tu opinión y tu consejo siempre he podido contar con él.

No quiero ni imaginar como hubiera sido mi vida si tu no estuvieras en ella, soy tu reflejo, crecí con tu ejemplo y por ti soy la mujer que ahora soy, aunque espero que para ti siempre siga siendo esa niña chiquitita que tomaste entre tus brazos el día que naci, tu primer niña.

Me faltan las palabras para agradecerte todo lo que me has dado y para decirte cuanto te amo y que tan importante eres para mi.

¡FELIZ DIA PAPA!!!!!

viernes, 28 de mayo de 2010

El Sueño


Es media noche, la luna llena brilla intensamente a lo lejos, una ráfaga de viento anuncia tu llegada, observas la luna con ojos de gato, tu nariz busca el olor a tierra mojada que precede a la lluvia, ¿o será mi olor?, tus oídos perciben el murmullo insistente de los grillos y demás criaturas nocturnas que nos hemos dado cita esta noche, sé que no debo estar aquí, las hojas secas danzan alegremente movidas por el viento a tu alrededor y tus cabellos locos quieren danzar al mismo compás.

Tus ojos, dos luciérnagas brillantes, otean insistentemente el horizonte, todos tus sentidos están alertas al más mínimo sonido al más leve movimiento, nada pasa desapercibido; en la oscuridad se incrementa la sensibilidad y nada se te escapa, excepto yo, aún. Levantas la vista al cielo cuando una nube ha cubierto el resplandor de la luna, inmediatamente comienza a llover, cierras los ojos y disfrutas el frescor de la lluvia en tu cara.

Te observo calladamente, casi sin respirar, deseando estar a tu lado, quisiera seguir tu luz aunque me lleve a morir, un paso en falso y todo terminaría, he borrado mis huellas para que no me siguieran; me tienes embelesada, la luz de la luna refleja tu pálido rostro y las gotas de lluvia impregnadas en tu melena te dan un toque fantasmal, mágico, quiero aspirar tu aroma y comprobar si es el mismo, en el momento en que me inclino hacia delante para aspirarte, un golpe de viento alborota mi cabello, jugando en mi contra llevándote mi aroma que te hace regresar a la realidad abruptamente. Grave error. No respiro. No puedo ni moverme. El miedo se ha apoderado de mí. Mi corazón late tan fuerte que estoy segura que alcanzas a escucharlo. Veo como tus ojos me buscan. No debí venir. Pero la tentación venció a la precaución, tenía que verte y confirmar que no eras un sueño. No eres un sueño.

Estoy empapada por la lluvia, pero sé muy bien que esa no es la razón por la que mi cuerpo tiembla cual hoja al viento, cierro los ojos y procuro respirar profundamente para calmarme, siento tu mirada como una llama abrazadora recorrerme, me has descubierto, continúo con los ojos cerrados, esperando el final que tarda en llegar, abro los ojos lentamente y tu sonrisa me hiela la sangre. Nuestras miradas se enganchan. Curiosamente, el miedo se ha ido y la resignación llega como un bálsamo renovador. Sé que todo a terminado, realmente no se que esperas, no dejas de mirarme y de sonreír y no logro descifrar tu mirada, sé que mi rostro tiene la palidez de un fantasma que no espanta a nadie, menos a ti. Desapareces.

domingo, 25 de abril de 2010


Imagenes para hi5

Soneto XVII


No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

Pablo Neruda

lunes, 12 de abril de 2010

Lo peor del amor




Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el puré de reproches con sardinas,
las golondrinas muertas en la almohada.
Lo malo del después son los despojos
que embalsaman al humo de los sueños,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole sin dueño.
Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a la hoguera los archivos.
Lo peor del amor es cuando pasa,
cuando al punto final de los finales
no le quedan dos puntos suspensivos…
J.Sabina

sábado, 10 de abril de 2010

Para decir "condios" a los dos nos sobran los motivos


Este adiós, no maquilla un "hasta luego",
Este nunca, no esconde un "ojalá",
Estas cenizas, no juegan con fuego,
Este ciego, no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
Esta letra no la protestaré,
Ahórrate el acuse de recibo
Estas vísperas, son las de después
A este ruido, tan huérfano de padre
No voy a permitirle que taladre
Un corazón, podrido de latir
Este pez ya no muere por tu boca
Este loco se va con otra loca
Estos ojos no lloran más por ti.

No abuses de mi inspiración,
No acuses a mi corazón
Tan maltrecho y ajado
Que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
Se filtra la desolación
De saber que estos son
Los últimos versos que te escribo,
Para decir “condios” a los dos
Nos sobran los motivos.


Joaquin Sabina

lunes, 29 de marzo de 2010



Marzo está por terminar, marzo y sus días locos, algunos con demasiado aire, otros con un calor sofocante, también hubo días en los que nos sorprendió la lluvia empapándonos hasta el alma, las jacarandas comienzan a llenarse de flores moradas, se supone que ya es primavera, que rápido pasa el tiempo, que rápido se me esta yendo la vida, que rápido se me fue el amor.

Ahora ya eres pasado, te fuiste lentamente como las noches en invierno, ahora eres solo un recuerdo que al evocarlo aun duele, ¿por qué siempre me dolerá el amor? Cómo fue que me quedé así, a la deriva. La vida me está dejando tan atrás y se lleva todo, solo me deja las ganas de llorar, solo me deja a mí, porque todos se van, yo soy la que se queda, algo está sucediendo, ojalá pudiera mentir y decir que la estoy pasando muy bien, pero no es fácil olvidar y empezar de nuevo.

Esto no es nada grato, tengo el corazón cansado. No puedo seguir así, aferrada a una quimera, es tiempo de sacudirse el polvo acumulado durante tantos años de espera, es hora de dejar de lamerse las heridas y continuar, continuar en este camino, ahora de subida, que es mi vida.

sábado, 20 de marzo de 2010

Viaje tiempo atras

Son las 8:45 am y llego corriendo a la Sala A de la Central de Autobuses, arrastrando la maleta y la bolsa y rogando porque todavía alcance el camión de Primera Plus; me doy cuenta de que mis esfuerzos son en vano al mirar el tablero de corridas y ver que dice “Jalpan 8:10 y 15:30”; no me queda más remedio que subir a la Sala B y abordar el camión de las 9:00 am.

Llego al área de andenes y entre el ruido de camiones y gente que viene y va localizo el camión que me llevará a mi destino, por un momento me olvido que no estoy en la sala A, pero rápidamente soy devuelta a la realidad al escuchar al chofer que me dice “No señito aquí no damos números para sus maletas, acomódelas por ahí”, así que no me queda más que buscarle yo misma el lugar más seguro a mi maleta. Afortunadamente es jueves y es poca gente la que ocupa el camión, así que puedo disponer de los dos asientos para mi sola sin ningún problema, me instalo del lado de la ventanilla y en el otro asiento pongo la bolsa de mano, la chamarra y mi mantita, tomo mi “dramamine” para el mareo, me persigno y encomiendo a Dios para llegar bien y finalmente le conecto al celular los audífonos y me arrebujo en el asiento a escuchar música, preparada para las cinco horas que me esperan de camino.

El trayecto esta muy tranquilo, algunas nubes blancas cubren el intenso cielo azul, el sol ya brilla con todo su esplendor y el viento que se cuela por la ventanilla abierta refresca mis mejillas, procuro no impacientarme con la lentitud del chofer al manejar, al abordar este camión sabia que esto me esperaba, así que pongo todo mi empeño en relajarme y disfrutar el viaje. El ruido del motor nubla mis sentidos, no quiero dormirme, no quiero cerrar los ojos, pero la calidez del sol y las vueltas y vueltas que da el camión por la carretera llena de curvas no ayudan a mantenerme despierta.



Me despierto al ir subiendo a Pinal de Amoles, el aire se ha vuelto mas frío y es tiempo de usar mi mantita, la vegetación va cambiando drásticamente, ya dejamos atrás el paisaje color amarillo ocre lleno de cactus y ahora el horizonte se esta cubriendo de pinos, el aire huele a verde, a musgo, a tierra mojada, aspiro lo mas profundo que puedo y cierro los ojos, para disfrutar con todos los sentidos de este aroma, se escucha el ruido de algún riachuelo que no alcanzo a ver, todo esta lleno de vida, miles de insectos y aves se interrumpen unos a otros en una interminable jerigonza de sonidos.



Es la 1:45 de la tarde y ya alcanzo a ver los techos de teja roja de las casas del pueblo, también se alcanza a ver la cúpula de la iglesia y la presa, esta por terminarse la primera etapa de este viaje tiempo atrás; el camión entra al anden de la Terminal del pueblo a las 2 en punto, es tiempo de apagar mi música, guardo mi mantita y tomo mi bolsa y chamarra lista para bajar y me pregunto si ya llegarían por mi, no es necesario conjeturar respuestas, ya que alcanzo a ver en el quicio de la puerta la silueta inconfundible de mi papá que ya me espera y en cuanto me ve se apresura a ayudarme con la maleta que un joven me esta alcanzando, detrás de él viene mi madre, sonrientes nos abrazamos los tres y emprendemos el camino de una hora que aún nos falta para llegar a casa.

Me instalo nuevamente en la parte de atrás del carro de mis papas, me siento tan cómoda así, viajando con ellos, mi mamá pregunta por sus hijos, sus nietos, y me insta a que le platique todo con lujo de detalles. El camino sigue lleno de curvas, pero entre la plática y risas se hace corto, me siento feliz, plena, es como si todas las responsabilidades que he ido adquiriendo con los años desaparecieran y me convirtiera nuevamente en la niña de sonrisa fácil que fui tiempo atrás.

Es imposible no recordar, tantas veces hicimos el mismo camino, a todas las edades, primero en la parte de atrás de la camioneta del trabajo de mi papa, ahí íbamos los cinco chiquillos acomodados entre cobijas y maletas, riendo y comiendo churrumais y chetos, viendo las estrellas, porque siempre viajábamos de noche, mi papá llegaba de trabajar, se dormía un rato y a media noche cargábamos maletas, y emprendíamos el viaje, espantándonos unos a otros con cuentos de la llorona, de brujas y aparecidos; después, un poco más grandes, en el malibú color vino el primer carro de mi papá, cuatro en la parte de atrás y el más chico adelante con mi mamá, aunque un poco más apretados, disfrutábamos por igual el viaje, excepto mi hermana, ella siempre tomara o no pastilla para el mareo llegaba amarilla amarilla y en cuanto empezaba a recuperarse resultaba que ya teníamos que regresar.

Recuerdo que llegábamos en la madruga y mis abuelitos ya reconocían el ruido de la camioneta desde que iba bajando rumbo al rancho, si no los despertaba el ruido del motor, los despertaba la música que llevaba mi papá; llegábamos con algarabía, a tender las cobijas en el suelo y dormir un rato, porque tempranito ya estábamos despiertos dando guerra, desayunábamos café de olla, frijoles, tortillas recién hechas y revoltillo de huevo con chile, todo el día no la pasábamos comiendo, naranjas, mangos, pitayas, ciruelas, plátanos, y no veíamos la hora para irnos a bañar al río con mis tías y mis primos, donde nos pasábamos todo el día metidos en el agua, jugando y riendo a carcajadas hasta que te dolía la panza de tanto reír, después llegaba mi Abuelita con una cubeta llena de tacos y gorditas de maíz rellenas de huevo o frijoles que entre todos devorábamos para después de un rato, volver a meternos al agua.



Recuerdo que la casa de madera y carrizos de mis abuelos para mi era lo más parecido al paraíso, había arboles de naranjos, limoneros, mangos, ciruelos a los que me encantaba subirme y pasarme las horas acostada en sus brazos viendo las nubes pasar, también había enredaderas de camelinas con flores rojas, moradas, las maravillas, los chinitos dobles y sencillos, las conchitas llenas de flores de todos los colores; desde temprano mi Abuelito se levantaba a regar sus árboles y las plantas, a darles de comer a las gallinas y al burro maicero que pastaba soñoliento y acalorado. Ahora todo ha cambiado mi Abuelito se mudó lejos y es vecino de Dios, mi Abuelita a menudo se sienta en la cama a llorar, la casa esta irreconocible, donde había flores ahora esta lleno de maleza y los árboles poco a poco se fueron secando; a pesar de que estoy conciente de que todo en esta vida es efímero, me cuesta entender por qué se nos va lo bueno.

Nosotros también cambiamos, crecimos, nos llenamos de ocupaciones y responsabilidades, ahora, mis hermanos con sus familias comienzan a repetir la misma historia cada temporada de vacaciones: visitan a los abuelos; solo yo quedo un poco a la deriva, dándole otro pequeño matiz a este carrusel que es la vida.

Conforme avanzamos el calor se vuelve más húmedo, por fin vamos bajando rumbo al rancho y el viento trae el aroma intenso de azahares y regreso al presente, pero los recuerdos insistentes se arremolinan uno tras otro queriendo asaltarme todos a la vez, parece que el tiempo se detuvo en este lugar, el ruido del agua del río golpeando contra las piedras se mezcla con el canto de las aves y el ruido de los insectos; miles de colores colman mis sentidos, mis ojos se llenan de verdes intensos, rojos, amarillos, verde aguamarina, creo que me faltan sentidos para identificar todas las sensaciones que este paisaje me provoca.



Por fin he vuelto a mi rincón donde se conjugan el pasado y presente, el refugio al que vuelvo cada vez que necesito fuerzas para seguir caminando, el aroma de los azahares de los naranjos es mucho más intenso, todos los árboles están llenos de flores y me dan la bienvenida. Aquí me olvido de todo, aquí mi alma se renueva, igual como el ave fénix, vengo a morir para renacer de mis cenizas y emprender el vuelo tal como lo hace el águila que observo volar a lo lejos, alto, cada vez más alto.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Dice Sabina que “no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió” y sin querer evoco tu imagen, y recuerdo las palabras que puse en tu boca, si, porque fui yo, era yo la que soñaba despierta. Tú solo dijiste un par de “¿insignificantes?” palabras “te amo” y yo como arañita comencé a construir castillos en el aire y a soñar despierta, a forjarnos un futuro. Quise navegar junto a ti, corte mis alas y eche raíces a tu lado. No me di cuenta que entre mas trataba de acercarme a ti, mas te alejabas. No pude detener tu vuelo y tampoco volar junto a ti, me quede enraizada en la tierra mientras tú volabas alto, cada vez más alto, sin mirar hacia abajo, donde me quedé yo.
¿Las alas crecerán nuevamente?

lunes, 18 de enero de 2010


El cielo esta cubierto de nubes, por los resquicios se observa un azul profundo y el viento helado congela mis mejillas; camino despacio, sin prisas, por las solitarias calles de esta ciudad, solo una loca como yo se atreve a salir con este frío, pero me gusta esta sensación de libertad. El brillo de la lluvia se mezcla con el de las farolas dándole un toque mágico a las cosas, aspiro el olor a tierra mojada, a cantera recién lavada y este aroma renueva mi alma.

Sigo caminando, sin evitar los charcos de agua, al contrario, cada que me sorprendo en medio de uno, descubro una sonrisa cual mariposa posada en mi rostro, así que entre más pise, mejor. En un portal un globero soñoliento tirita de frío; pago cinco pesos por un frasquito color rosa lleno de recuerdos y trato de alejarme lo más que puedo, deprisa, como si fuera un ladrón, para que no vea la emoción y desesperación que siento porque ya quiero abrirlo y soplar los recuerdos al viento.

Llego a uno de tantos jardines, al centro observo su kiosco, los grandes árboles se mueven al compas del viento, cierro los ojos y escucho sus susurros mezclados con el ruido de la fuente que trabaja sin parar, el olor a pasto mojado y el viento alborotando mis cabellos me dan la bienvenida, es el lugar perfecto, recorro con la mirada todo mi alrededor, estoy sola, así que saco mi tesoro, lo abro lentamente y soplo despacio a través del alambre envuelto en hilo, para que los recuerdos salgan danzando uno a uno y como por arte de magia emprenden el vuelo: burbujas de jabón y dentro de ellas, aún escucho las risas de mi niñez.
 

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