viernes, 28 de mayo de 2010

El Sueño


Es media noche, la luna llena brilla intensamente a lo lejos, una ráfaga de viento anuncia tu llegada, observas la luna con ojos de gato, tu nariz busca el olor a tierra mojada que precede a la lluvia, ¿o será mi olor?, tus oídos perciben el murmullo insistente de los grillos y demás criaturas nocturnas que nos hemos dado cita esta noche, sé que no debo estar aquí, las hojas secas danzan alegremente movidas por el viento a tu alrededor y tus cabellos locos quieren danzar al mismo compás.

Tus ojos, dos luciérnagas brillantes, otean insistentemente el horizonte, todos tus sentidos están alertas al más mínimo sonido al más leve movimiento, nada pasa desapercibido; en la oscuridad se incrementa la sensibilidad y nada se te escapa, excepto yo, aún. Levantas la vista al cielo cuando una nube ha cubierto el resplandor de la luna, inmediatamente comienza a llover, cierras los ojos y disfrutas el frescor de la lluvia en tu cara.

Te observo calladamente, casi sin respirar, deseando estar a tu lado, quisiera seguir tu luz aunque me lleve a morir, un paso en falso y todo terminaría, he borrado mis huellas para que no me siguieran; me tienes embelesada, la luz de la luna refleja tu pálido rostro y las gotas de lluvia impregnadas en tu melena te dan un toque fantasmal, mágico, quiero aspirar tu aroma y comprobar si es el mismo, en el momento en que me inclino hacia delante para aspirarte, un golpe de viento alborota mi cabello, jugando en mi contra llevándote mi aroma que te hace regresar a la realidad abruptamente. Grave error. No respiro. No puedo ni moverme. El miedo se ha apoderado de mí. Mi corazón late tan fuerte que estoy segura que alcanzas a escucharlo. Veo como tus ojos me buscan. No debí venir. Pero la tentación venció a la precaución, tenía que verte y confirmar que no eras un sueño. No eres un sueño.

Estoy empapada por la lluvia, pero sé muy bien que esa no es la razón por la que mi cuerpo tiembla cual hoja al viento, cierro los ojos y procuro respirar profundamente para calmarme, siento tu mirada como una llama abrazadora recorrerme, me has descubierto, continúo con los ojos cerrados, esperando el final que tarda en llegar, abro los ojos lentamente y tu sonrisa me hiela la sangre. Nuestras miradas se enganchan. Curiosamente, el miedo se ha ido y la resignación llega como un bálsamo renovador. Sé que todo a terminado, realmente no se que esperas, no dejas de mirarme y de sonreír y no logro descifrar tu mirada, sé que mi rostro tiene la palidez de un fantasma que no espanta a nadie, menos a ti. Desapareces.

domingo, 25 de abril de 2010


Imagenes para hi5

Soneto XVII


No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

Pablo Neruda

lunes, 12 de abril de 2010

Lo peor del amor




Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el puré de reproches con sardinas,
las golondrinas muertas en la almohada.
Lo malo del después son los despojos
que embalsaman al humo de los sueños,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole sin dueño.
Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a la hoguera los archivos.
Lo peor del amor es cuando pasa,
cuando al punto final de los finales
no le quedan dos puntos suspensivos…
J.Sabina

sábado, 10 de abril de 2010

Para decir "condios" a los dos nos sobran los motivos


Este adiós, no maquilla un "hasta luego",
Este nunca, no esconde un "ojalá",
Estas cenizas, no juegan con fuego,
Este ciego, no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
Esta letra no la protestaré,
Ahórrate el acuse de recibo
Estas vísperas, son las de después
A este ruido, tan huérfano de padre
No voy a permitirle que taladre
Un corazón, podrido de latir
Este pez ya no muere por tu boca
Este loco se va con otra loca
Estos ojos no lloran más por ti.

No abuses de mi inspiración,
No acuses a mi corazón
Tan maltrecho y ajado
Que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
Se filtra la desolación
De saber que estos son
Los últimos versos que te escribo,
Para decir “condios” a los dos
Nos sobran los motivos.


Joaquin Sabina

lunes, 29 de marzo de 2010



Marzo está por terminar, marzo y sus días locos, algunos con demasiado aire, otros con un calor sofocante, también hubo días en los que nos sorprendió la lluvia empapándonos hasta el alma, las jacarandas comienzan a llenarse de flores moradas, se supone que ya es primavera, que rápido pasa el tiempo, que rápido se me esta yendo la vida, que rápido se me fue el amor.

Ahora ya eres pasado, te fuiste lentamente como las noches en invierno, ahora eres solo un recuerdo que al evocarlo aun duele, ¿por qué siempre me dolerá el amor? Cómo fue que me quedé así, a la deriva. La vida me está dejando tan atrás y se lleva todo, solo me deja las ganas de llorar, solo me deja a mí, porque todos se van, yo soy la que se queda, algo está sucediendo, ojalá pudiera mentir y decir que la estoy pasando muy bien, pero no es fácil olvidar y empezar de nuevo.

Esto no es nada grato, tengo el corazón cansado. No puedo seguir así, aferrada a una quimera, es tiempo de sacudirse el polvo acumulado durante tantos años de espera, es hora de dejar de lamerse las heridas y continuar, continuar en este camino, ahora de subida, que es mi vida.

sábado, 20 de marzo de 2010

Viaje tiempo atras

Son las 8:45 am y llego corriendo a la Sala A de la Central de Autobuses, arrastrando la maleta y la bolsa y rogando porque todavía alcance el camión de Primera Plus; me doy cuenta de que mis esfuerzos son en vano al mirar el tablero de corridas y ver que dice “Jalpan 8:10 y 15:30”; no me queda más remedio que subir a la Sala B y abordar el camión de las 9:00 am.

Llego al área de andenes y entre el ruido de camiones y gente que viene y va localizo el camión que me llevará a mi destino, por un momento me olvido que no estoy en la sala A, pero rápidamente soy devuelta a la realidad al escuchar al chofer que me dice “No señito aquí no damos números para sus maletas, acomódelas por ahí”, así que no me queda más que buscarle yo misma el lugar más seguro a mi maleta. Afortunadamente es jueves y es poca gente la que ocupa el camión, así que puedo disponer de los dos asientos para mi sola sin ningún problema, me instalo del lado de la ventanilla y en el otro asiento pongo la bolsa de mano, la chamarra y mi mantita, tomo mi “dramamine” para el mareo, me persigno y encomiendo a Dios para llegar bien y finalmente le conecto al celular los audífonos y me arrebujo en el asiento a escuchar música, preparada para las cinco horas que me esperan de camino.

El trayecto esta muy tranquilo, algunas nubes blancas cubren el intenso cielo azul, el sol ya brilla con todo su esplendor y el viento que se cuela por la ventanilla abierta refresca mis mejillas, procuro no impacientarme con la lentitud del chofer al manejar, al abordar este camión sabia que esto me esperaba, así que pongo todo mi empeño en relajarme y disfrutar el viaje. El ruido del motor nubla mis sentidos, no quiero dormirme, no quiero cerrar los ojos, pero la calidez del sol y las vueltas y vueltas que da el camión por la carretera llena de curvas no ayudan a mantenerme despierta.



Me despierto al ir subiendo a Pinal de Amoles, el aire se ha vuelto mas frío y es tiempo de usar mi mantita, la vegetación va cambiando drásticamente, ya dejamos atrás el paisaje color amarillo ocre lleno de cactus y ahora el horizonte se esta cubriendo de pinos, el aire huele a verde, a musgo, a tierra mojada, aspiro lo mas profundo que puedo y cierro los ojos, para disfrutar con todos los sentidos de este aroma, se escucha el ruido de algún riachuelo que no alcanzo a ver, todo esta lleno de vida, miles de insectos y aves se interrumpen unos a otros en una interminable jerigonza de sonidos.



Es la 1:45 de la tarde y ya alcanzo a ver los techos de teja roja de las casas del pueblo, también se alcanza a ver la cúpula de la iglesia y la presa, esta por terminarse la primera etapa de este viaje tiempo atrás; el camión entra al anden de la Terminal del pueblo a las 2 en punto, es tiempo de apagar mi música, guardo mi mantita y tomo mi bolsa y chamarra lista para bajar y me pregunto si ya llegarían por mi, no es necesario conjeturar respuestas, ya que alcanzo a ver en el quicio de la puerta la silueta inconfundible de mi papá que ya me espera y en cuanto me ve se apresura a ayudarme con la maleta que un joven me esta alcanzando, detrás de él viene mi madre, sonrientes nos abrazamos los tres y emprendemos el camino de una hora que aún nos falta para llegar a casa.

Me instalo nuevamente en la parte de atrás del carro de mis papas, me siento tan cómoda así, viajando con ellos, mi mamá pregunta por sus hijos, sus nietos, y me insta a que le platique todo con lujo de detalles. El camino sigue lleno de curvas, pero entre la plática y risas se hace corto, me siento feliz, plena, es como si todas las responsabilidades que he ido adquiriendo con los años desaparecieran y me convirtiera nuevamente en la niña de sonrisa fácil que fui tiempo atrás.

Es imposible no recordar, tantas veces hicimos el mismo camino, a todas las edades, primero en la parte de atrás de la camioneta del trabajo de mi papa, ahí íbamos los cinco chiquillos acomodados entre cobijas y maletas, riendo y comiendo churrumais y chetos, viendo las estrellas, porque siempre viajábamos de noche, mi papá llegaba de trabajar, se dormía un rato y a media noche cargábamos maletas, y emprendíamos el viaje, espantándonos unos a otros con cuentos de la llorona, de brujas y aparecidos; después, un poco más grandes, en el malibú color vino el primer carro de mi papá, cuatro en la parte de atrás y el más chico adelante con mi mamá, aunque un poco más apretados, disfrutábamos por igual el viaje, excepto mi hermana, ella siempre tomara o no pastilla para el mareo llegaba amarilla amarilla y en cuanto empezaba a recuperarse resultaba que ya teníamos que regresar.

Recuerdo que llegábamos en la madruga y mis abuelitos ya reconocían el ruido de la camioneta desde que iba bajando rumbo al rancho, si no los despertaba el ruido del motor, los despertaba la música que llevaba mi papá; llegábamos con algarabía, a tender las cobijas en el suelo y dormir un rato, porque tempranito ya estábamos despiertos dando guerra, desayunábamos café de olla, frijoles, tortillas recién hechas y revoltillo de huevo con chile, todo el día no la pasábamos comiendo, naranjas, mangos, pitayas, ciruelas, plátanos, y no veíamos la hora para irnos a bañar al río con mis tías y mis primos, donde nos pasábamos todo el día metidos en el agua, jugando y riendo a carcajadas hasta que te dolía la panza de tanto reír, después llegaba mi Abuelita con una cubeta llena de tacos y gorditas de maíz rellenas de huevo o frijoles que entre todos devorábamos para después de un rato, volver a meternos al agua.



Recuerdo que la casa de madera y carrizos de mis abuelos para mi era lo más parecido al paraíso, había arboles de naranjos, limoneros, mangos, ciruelos a los que me encantaba subirme y pasarme las horas acostada en sus brazos viendo las nubes pasar, también había enredaderas de camelinas con flores rojas, moradas, las maravillas, los chinitos dobles y sencillos, las conchitas llenas de flores de todos los colores; desde temprano mi Abuelito se levantaba a regar sus árboles y las plantas, a darles de comer a las gallinas y al burro maicero que pastaba soñoliento y acalorado. Ahora todo ha cambiado mi Abuelito se mudó lejos y es vecino de Dios, mi Abuelita a menudo se sienta en la cama a llorar, la casa esta irreconocible, donde había flores ahora esta lleno de maleza y los árboles poco a poco se fueron secando; a pesar de que estoy conciente de que todo en esta vida es efímero, me cuesta entender por qué se nos va lo bueno.

Nosotros también cambiamos, crecimos, nos llenamos de ocupaciones y responsabilidades, ahora, mis hermanos con sus familias comienzan a repetir la misma historia cada temporada de vacaciones: visitan a los abuelos; solo yo quedo un poco a la deriva, dándole otro pequeño matiz a este carrusel que es la vida.

Conforme avanzamos el calor se vuelve más húmedo, por fin vamos bajando rumbo al rancho y el viento trae el aroma intenso de azahares y regreso al presente, pero los recuerdos insistentes se arremolinan uno tras otro queriendo asaltarme todos a la vez, parece que el tiempo se detuvo en este lugar, el ruido del agua del río golpeando contra las piedras se mezcla con el canto de las aves y el ruido de los insectos; miles de colores colman mis sentidos, mis ojos se llenan de verdes intensos, rojos, amarillos, verde aguamarina, creo que me faltan sentidos para identificar todas las sensaciones que este paisaje me provoca.



Por fin he vuelto a mi rincón donde se conjugan el pasado y presente, el refugio al que vuelvo cada vez que necesito fuerzas para seguir caminando, el aroma de los azahares de los naranjos es mucho más intenso, todos los árboles están llenos de flores y me dan la bienvenida. Aquí me olvido de todo, aquí mi alma se renueva, igual como el ave fénix, vengo a morir para renacer de mis cenizas y emprender el vuelo tal como lo hace el águila que observo volar a lo lejos, alto, cada vez más alto.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Dice Sabina que “no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió” y sin querer evoco tu imagen, y recuerdo las palabras que puse en tu boca, si, porque fui yo, era yo la que soñaba despierta. Tú solo dijiste un par de “¿insignificantes?” palabras “te amo” y yo como arañita comencé a construir castillos en el aire y a soñar despierta, a forjarnos un futuro. Quise navegar junto a ti, corte mis alas y eche raíces a tu lado. No me di cuenta que entre mas trataba de acercarme a ti, mas te alejabas. No pude detener tu vuelo y tampoco volar junto a ti, me quede enraizada en la tierra mientras tú volabas alto, cada vez más alto, sin mirar hacia abajo, donde me quedé yo.
¿Las alas crecerán nuevamente?

lunes, 18 de enero de 2010


El cielo esta cubierto de nubes, por los resquicios se observa un azul profundo y el viento helado congela mis mejillas; camino despacio, sin prisas, por las solitarias calles de esta ciudad, solo una loca como yo se atreve a salir con este frío, pero me gusta esta sensación de libertad. El brillo de la lluvia se mezcla con el de las farolas dándole un toque mágico a las cosas, aspiro el olor a tierra mojada, a cantera recién lavada y este aroma renueva mi alma.

Sigo caminando, sin evitar los charcos de agua, al contrario, cada que me sorprendo en medio de uno, descubro una sonrisa cual mariposa posada en mi rostro, así que entre más pise, mejor. En un portal un globero soñoliento tirita de frío; pago cinco pesos por un frasquito color rosa lleno de recuerdos y trato de alejarme lo más que puedo, deprisa, como si fuera un ladrón, para que no vea la emoción y desesperación que siento porque ya quiero abrirlo y soplar los recuerdos al viento.

Llego a uno de tantos jardines, al centro observo su kiosco, los grandes árboles se mueven al compas del viento, cierro los ojos y escucho sus susurros mezclados con el ruido de la fuente que trabaja sin parar, el olor a pasto mojado y el viento alborotando mis cabellos me dan la bienvenida, es el lugar perfecto, recorro con la mirada todo mi alrededor, estoy sola, así que saco mi tesoro, lo abro lentamente y soplo despacio a través del alambre envuelto en hilo, para que los recuerdos salgan danzando uno a uno y como por arte de magia emprenden el vuelo: burbujas de jabón y dentro de ellas, aún escucho las risas de mi niñez.

martes, 1 de diciembre de 2009



Te extraño. Tanto que ni yo lo puedo creer. No me gusta la sensación de vacio que dejaste, sin ningún esfuerzo mi cuerpo se acoplo al tuyo, mi cabeza a tu hombro, mis labios a tu boca, mis caderas a tus manos. Te extraño. Necesito tu respiración, verme nuevamente en tus ojos, necesito aspirar tu aroma que el tiempo ya borro de mi piel.

Recuerdo cada segundo junto a ti, he obligado a mi memoria a repetir cada uno de tus gestos, tu forma de mirar, tu sonrisa, no le permito que olvide nada, ni el más leve detalle, basta con cerrar los ojos para que la piel se me ponga “chinita” y hasta parece que en el estómago llevo un elevador saltando en el vacío cada vez que evoco tus caricias.

Quisiera poder volar los kilómetros que nos separan, robarle el tiempo al reloj y meterme entre tus sueños, volver atrás y estar nuevamente acurrucada en tus brazos, sobre todo en estos días, cuando aprieta el frío y tu ausencia pesa mucho más.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Hablando sola sobre:


La vida esta llena de momentos y los momentos cambian, todo cambia, las cosas, las personas, las relaciones, uno mismo y querer aferrarnos a algo por temor al cambio es ir contra la corriente, todo tiene su tiempo y su lugar y las cosas siempre suceden por algo. Hoy te dejo ir, hoy acepto el cambio.

Hoy estoy totalmente de acuerdo con este fragmento del libro "hablando sola" de Daniela Rivera Zacarías:

Hoy dejo fuera partes de mi.
Afuera se quedan las nubes que tenía en los ojos,
afuera se quedan las astillas que tenía en las manos,
afuera se queda el pegamento que llevaba en la boca,
afuera se queda el lodo que llenaba mi cabeza,
afuera se quedan los listones que llevaba en el pelo,
afuera se quedan las moscas que anidaban en mis oidos.
Por mi,
que regresen las nubes al cielo, "si es que hay".
Que las astillas regresen a los árboles.
Que el pegamento encuentre otro lugar donde estar.
Que el lodo se convierta en tierra para dejar el agua correr.
Que los listones adornen a alguien más.
Que las moscas vuelen.
Todo en su lugar, todo donde debe estar.

Ella misma comenta que "no hay amor más grande que aquel que dejas ir, cuando el viento se lo quiere llevar", y si, también estoy de acuerdo, literalmente, pero en la realidad, ¿donde guardas el corazón?, lo envuelves en tristeza, perdon, en papel estraza, lo metes en una caja y lo agregas a la lista de fracasos que guardas en el buró, junto a los recuerdos. "Todo en su lugar, todo donde debe de estar".

sábado, 1 de agosto de 2009

No hay instrucciones para cumplir treinta. Pero si las hubiera, serían estas:

- Haz una lista de todo lo que no te gusta de ti y luego tírala. Eres el que eres. Y después de todo, no es tan malo como te imaginas un domingo de cruda.

- Tira el equipaje de sobra. El viaje es largo, cargar no te deja mirar hacia delante. Y además jode la espalda.

- No sigas modas. En diez años te vas a morir de vergüenza de haberte puesto eso, de todas maneras.

- Besa a tantos como puedas. Deja que te rompan el corazón. Enamórate, Date en la madre, y vuelve a levantarte. Quizás hay un amor verdadero. Quizás no. Pero mientras lo encuentras, lo bailado ni quién te lo quita.

- Come frutas y verduras. Neta, vete acostumbrando a que no vas a poder tragar garnachas toda la vida.

- Equivócate. Cambia. Intenta. Falla. Reinvéntate. Manda todo al carajo y empieza de nuevo cada vez que sea necesario. De veras, no pasa nada. Sobre todo si no haces nada.

- Prueba otros sabores de helado. Otras cervezas, otras pastas de dientes.

- Arranca el coche un día, y no pares hasta que se acabe la gasolina.

- Empieza un grupo de rock. Toma clases de baile. Aprende italiano. Invéntate otro nombre. Usa una bicicleta. - Perdona. Olvida. Deja ir.

- Decide quién es imprescindible. Mientras más grande eres más difícil es hacer amigos de verdad, y más necesitas quien sepa quién eres realmente sin que tengas que explicárselo. Esos son los amigos. Cuídalos y mantenlos cerca.

- Aprende que no vas a aprender nada. Pero no hay examen final en esta escuela. Ni calificaciones, ni graduación, ni reunión de exalumnos, gracias a Dios. Felices treinta, viejo. Bienvenido al resto de tu vida

martes, 23 de junio de 2009

Inmensa Soledad


Abres la ventana muy por la mañana,
no has podido descansar
Tomas la paloma, le atas a la pata
un mensaje corto sin saber
si llegara

Abro la ventana, llega una paloma
y un mensaje sin firmar
"No me dejes sola, te pido de donde estés
me vengas a buscar"

¿Qué hago, corro vuelo, salto,
te salgo a buscar?
¿Qué hago, cierro, la ventana
y te empiezo a olvidar?
¿Qué hago con la desesperación de no encontrar
la manera de llegar hasta donde tu estas?

Ya me habían contado de extraños mensajes
que llegaban desde allá
Donde los humanos se mueren sentados
frente a una ventana con su inmensa soledad

¿Qué hago si es muy tarde?
¿Qué hago si no se por dónde puedo comenzar?
Le ato a la paloma un mensaje corto
sin saber si llegara

¿Qué hago, corro vuelo, salto,
te salgo a buscar?
¿Qué hago, cierro, la ventana
y te empiezo a olvidar?
¿Qué hago con la desesperación de no encontrar
la manera de llegar hasta donde tu estas?

¿Qué hago con la sensación de inmensa soledad?

Edgar Oceransky

sábado, 23 de mayo de 2009

MUJERES EN MI CIRCULO

Cuando era niña, tenía el concepto de que solo había UNA mejor amiga.
Luego crecí, y descubrí que si abres tu corazón, Dios te mostrará lo mejor en MUCHAS amigas.


A una, la necesitas cuando tienes problemas con tu pareja.
A otra, la necesitas cuando tienes problemas con tu mamá.
Otra, te escuchará mientras te deshaces hablando de tus hijos y sus actividades.
Una más, cuando quieras ir de compras, compartir, curar, bromear o sólo estar allí.
Una amiga te dirá: “Lloraremos juntas”
Otra: “Pelearemos juntas”
Otra: “Vámonos a otro lugar juntas”


Una amiga sabrá tu necesidad espiritual,
Otra tu debilidad por los zapatos,
Otra tu afición por las películas,
Otra estará contigo cuando estás confundida,
Otra será quien te ayude a aclarar tus dudas.


Pero cualquiera que sea su asignación en tu vida, en cualquier ocasión, en cualquier día, aun cuando te encuentren con sólo tus tenis puestos y tu cabello recogido, y que se detengan de hacer una tontería... Esas, son tus mejores amigas.


Tal vez esté todo esto en una sola mujer, pero para muchas, está en diferentes:
Una de sexto grado,
Una de la preparatoria,
Unas más de la universidad,
Algunas de trabajos anteriores,
Algunas veces tu mamá,
Algunas veces tu vecina,
Otras tus hermanas,
Y tal vez tus hijas.

Gracias por estar en mi círculo.

Los amigos son como los globos, Si los dejas ir, no los puedes tener de regreso. Así que te voy a amarrar a mi corazón para nunca perderte.

Las amigas son como los bras: Cerca del corazón y siempre están para sostenerte.

viernes, 24 de abril de 2009


El destino no es el fin,
Es solo un punto en el camino,
Una intersección,
Un momento de quiebre,
Una oportunidad de decidir
Cuando te encuentras en un cruce de palabras.

Al destino no se llega, de él se parte.
Mi destino esta en buscar
Sin importar lo que me encuentre,
Es andar sin importar el camino,
Es descubrir con un beso lo infinito de un segundo.

Porque lo mas grande esta escondido
En cosas simples y pequeñas,
Porque la paciencia con que miro
Me ha costado mil años de esperar
Con impaciencia a que me mires.
Por eso hoy he decidido
No esperar a que regreses,
Esta vez
Yo, te seguiré.

Edgar Oceransky

jueves, 23 de abril de 2009


¿Qué si te extraño? No, en realidad no. Hay días en los que mis ojos buscan tu mirada en las caras desconocidas de la gente, mi nariz espera que el viento traiga el aroma de tu cuerpo, de tu cabello. Hay días en los que el sabor de tu boca en la mía es más fuerte, a veces, cuando el viento roza mi piel la sensación de tus caricias la hace ponerse “chinita”, pero no, ya no te extraño.
¿Qué si te extraño? No, la verdad es que no. Cuando camino por los mismos lugares que recorríamos juntos mis pies se detienen buscando tu reflejo en los aparadores. En ocasiones a mis oídos les parece escuchar el susurro de tu voz, las canciones que cantabas bajito para que solo yo las escuchara, pero no, no te extraño. ¿Cómo voy a extrañarte si no estas ausente? Sólo tú sabes que te fuiste.

lunes, 20 de abril de 2009


Levanto los ojos hacia el cielo
y dejo que la brisa refresque mi rostro,
mis sueños, mis ideas.
Siento el sol como esa calidez
que me va llenando de energía
y de ganas de vivir y de amar.
Miro hacia el horizonte,
y sé que tengo mucho por hacer,
sé que mis metas están allí,
esperando que llegue hasta ellas,
que las abrace como quien regresa
de un largo viaje,
o como quien llega a su verdadero destino.

domingo, 19 de abril de 2009

VIVIR DESPEINADA


Todos deberíamos atender esta frase con intensidad, sin poses, disfrutando cada momento, cada experiencia, cada afecto. Sin lugar a dudas, seríamos mucho más felices.
Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad... El mundo está loco. Definitivamente loco...

Lo rico, engorda.
Lo lindo, sale caro.
El sol que ilumina tu rostro arruga.
Y lo realmente bueno de esta vida, DESPEINA:
Hacer el amor, despeina.
Reírte a carcajadas, despeina.
Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
Quitarte la ropa, despeina.
Besar a la persona que amas, despeina.
Jugar, despeina.
Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible...

Así que como siempre cada vez que nos veamos yo voy a estar con el pelo revuelto... Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida.
Es ley de vida: Siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.
Puede ser que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, come sano, camina derechita, ponte seria... Y quizá debería seguir las instrucciones pero... ¿cuando me van a dar la orden de ser feliz?
Acaso no se dan cuenta que para lucir linda, me debo de sentir linda... ¡La persona más linda que puedo ser! Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres:
 Entrégate
 Besa
 Abraza
 Baila
 Enamórate
 Relájate
 Viaja
 Salta
 Acuéstate tarde
 Levántate temprano
 Corre
 Vuela.
 Canta
 Ponte linda
 Ponte cómoda
 Admira el paisaje
 Disfruta

y, sobre todo, deja que la vida te despeine. Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar¡¡¡¡

lunes, 9 de marzo de 2009

Feliz dia a todas las Mujeres


Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo, ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas y pliegues
y suaves hondonadas,
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.

Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños, el instinto.

Todo lo creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen
mujer todos los días,
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.

Gioconda Belli
 

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