Siempre
creí que mi monstruo vivía debajo de mi cama.
Grave
error.
Vive
dentro de mí.
Hoy por
fin lo vi a los ojos.
Frente al
espejo.
Lo observo
y me devuelve la mirada fija.
Los ojos
de mi monstruo están tristes.
No voy a
preguntarle por qué.
Lo voy a
abrazar.
Quiero ser
la mejor amiga de mi monstruo.
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