
Cuando me miro al espejo
Y me doy cuenta
De que sigo siendo la misma
Me maquillo…
En cuerpo y alma.
Y me doy cuenta
De que sigo siendo la misma
Me maquillo…
En cuerpo y alma.
No sé si soy una mujer que soñó ser mariposa o una mariposa que sueña ser mujer.


Si he de dejar el corazón tirado;
Me pregunté una tarde
Quizás te diga un día que dejé de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte; y acaso no comprendas, en esa despedida, que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.
Luna de mis noches tristes
La luna se puede tomar a cucharadas o como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía. Un pedazo de luna en el bolsillo es mejor amuleto que la pata de conejo: sirve para encontrar a quien se ama, y para alejar a los médicos y las clínicas. Se puede dar de postre a los niños cuando no se han dormido, y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos ayudan a bien morir. Pon una hoja tierna de luna debajo de tu almohada y mirarás lo que quieras ver. Lleva siempre un frasquito del aire de la luna para cuando te ahogues, y dale la llave de la luna a los presos y a los desencantados. Para los condenados a muerte y para los condenados a vida no hay mejor estimulante que la luna en dosis precisas y controladas.
Ahora que estoy en medio del silencio,
Creía conocer la paciencia
Devuélveme los pensamientos que se han ido hacia ti
Abrí el armario del recuerdo, buscando solo algo de ti.
Dicen que las mujeres solo lloran
Te recuerdo en esas noches calladas
.